Comenzamos la mañana en el albergue de Saint Malo, donde felizmente
pudimos despertar una hora más tarde. Tomamos un desayuno energizante y después
fuimos a la ciudad medieval amurallada de Saint Malo. En ella encontramos
muchas tiendas de comercio, vimos muchas mujeres buenas mozas y gente oriental,
lo que es muy común en Francia. Tuvimos tiempo libre para recorrer la ciudad,
que fue habitada por verdaderos piratas. Después de esta visita, subimos al bus
y almorzamos en un restaurante donde la atención era magnífica y le cantamos feliz
cumpleaños a Agustín Campos.
Enseguida fuimos en bus a la abadía de Saint
Michel, monasterio situado en la cima de una colina, por lo que estaba saturado
de escaleras. La abadía era grande e interesante y ofrecía una gran vista desde
las alturas. Volvimos al bus y continuamos viajando por 3 horas hacia Normandía,
lugar histórico que conoceremos mañana.
Saludos Carlos Guzmán Musa, Matías Birkner Musa y Nicolás Garnham Rosenqvist